Me pregunto cuál es el sustrato de las personas auténticas. Tal vez una acertada combinación de sentido ético y sensibilidad. Valentía para expresar lo que sin saber por qué se siente como verdadero. Continúo preguntándome cuál será el sustrato que lo permite dentro de la cabeza. Qué circuitos o moléculas, qué chispas de comunicación persiguen la verdad, la bondad y la belleza. Todo esto me preguntaba mientras leía a Pessoa.
Si pudiera morder la tierra entera
y sentir su sabor,
y si la tierra fuera algo para morder
sería más feliz un instante
Pero no siempre quiero ser feliz.
Hace falta ser infeliz de vez en cuando
para poder ser natural
No todo es días de sol,
y la lluvia, cuando escasea, se pide.
Por eso tomo la infelicidad y la felicidad
con naturalidad, como quien no se extraña
de que haya montañas y llanuras
y de que haya rocas y hierba
Lo que sí hace falta es ser natural y sereno
en la felicidad o en la infelicidad,
sentir como quien mira,
pensar como quien anda,
y cuando se va a morir, acordarse de que el día muere,
y que el poniente es hermoso y es hermosa la noche que queda
Y que si así es, es porque es así.
Fernando Pessoa