Reflexiones

Extender la piel

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Aparecen cuatro o cinco detalles que diseminan y acuden a los lugares de rosas, -a los importantes-, aunque a veces sólo son de paso, los colores y la música, el perfume del río, las sequoias gigantes.

Cómo dejar de escribir, vivimos atendiendo a tantas cosas. Se olvidan los huecos preciosos, -los importantes-, los que no están perturbados por el ruido. Vivimos en ese barullo, en distracciones, ocupándonos con suma urgencia de las más absurdas tareas.

Ayer estuve en una conferencia de un señor extraordinario que comparaba los paisajes neuronales con el universo y ceremonias de estrellas. Luego vi un documental sobre la vida en diferentes partes del mundo: pobreza, desolación, abundancia, falta de sentido, desesperanza… Incluso en la sociedad del conocimiento la estupidez humana es masiva.

Hay un cerebro escondido, depredador, de hambre insaciable y colmillos al acecho, que está ganando la batalla. Funciona con poca energía, es rápido, de respuesta inmediata reacciona como se retira una mano del fuego.  Hay otro cerebro escondido, el de serpiente, el que no tiene entrañas, el de piel condenadamente fría ante el dolor de los demás. Hay aún otro cerebro escondido, el de iguana inmóvil, el pasivo, el que no actúa a pesar de contemplar el deplorable espectáculo.

Casi todos poseemos una combinación de los tres, con más o menos ingredientes de cada uno, aunque los depredadores-serpiente son los que a menudo gobiernan a los otros, les imponen sus urgencias y reglas de poder.  El resto, los que no gobiernan, son muertos que pasean y comen, se visten y van al trabajo cada día como si estuvieran vivos. Son hormigas. Hormigas-muertas. Hormigas-iguanas. Hormigas-pasivas. Hormigas-obedientes. Algunas de ellas sirven con suma delicadeza a las serpientes.

La transformación será muy difícil. Aunque algunos lo intentan, -sí existen los valientes-, se necesitarán toneladas de energía, casi tanta como la que explotó en el big-bang. Se necesitarán constelaciones de paciencia y generosidad, -amor-, hasta encontrar los beneficios en nietos infinitamente lejanos.

Y los depredadores, las serpientes, las hormigas muertas, ¿qué harán mientras tanto? Tendrán que aprender a vivir atendiendo otras cosas, admirar los colores y la música. el perfume del río, las ceremonias de estrellas. Tendrán que aprender a extender la piel.

-AGC-

Mujeres campesinas, mujeres trabajadoras

Jean-François Millet - The Gleaners

Millet. Las espigadoras.

A mi madre, a mis tías, a mi abuela, a mis bisabuelas, que trabajaron la tierra con sus manos mientras criaban a sus hijos y entregaban amor a raudales. Os quiero.

Yo no crecí entre olivos. El suburbio, con sus calles estrechas y torcidas, fue mi primer y sostenido paisaje. Pero mi madre sí. Ella creció entre campos de olivos. Vareando aceitunas con sus manos infantiles. Ahora observo el mosaico de árboles extendidos en un encuentro casual. Puro asueto, vacaciones, un mar de olas suaves. Imagino a mi madre correteando entre olivos, sus trenzas en el paisaje de ramas y cortijos blancos. Su piel de niña y marcas de tierra arada en las duricias de los dedos. Sin saberlo, tampoco es un ejercicio voluntario, la impresión súbita de pertenecer a este lugar. Me miro las manos y hay tantos surcos, mis venas verdes también se retuercen al rodear los brazos, mis pies se han hundido como raíces y ya no sé si la nube sobre mi cabeza trae lluvia o calima. Intuyo una colección de puntos cardinales. Vienen y me bendicen. Mi cuerpo impregnado.

Geometrías dibujadas

y luz inevitable

acompañan para siempre

a los hijos de los aceituneros.

-AGC-

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Van Gogh. Los olivos.

Día de las enfermedades raras

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Mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades raras, encontrar nuevos tratamientos, luchar día a día con un trastorno crónico, todo ello requiere un enorme esfuerzo por parte de los afectados y de los profesionales implicados. Se necesita formación, experiencia, constancia y un trabajo muy serio para que estos objetivos se consigan alcanzar. Afortunadamente en los últimos años ha aumentado la visibilidad de estas enfermedades. Existe una mayor sensibilidad por parte de todo el mundo. Y eso está muy bien. No obstante, tras las palabras, podríamos decir incluso tras la «publicidad», se necesita más verdad. Profesionales con experiencia real. Más recursos para desarrollar una investigación de calidad. Trabajo auténtico.

Esperemos que todos los actos realizados en este sentido, palabras, celebraciones…, alumbren un camino cierto y no sólo una tendencia a la que apuntarse para aparecer en una bonita foto.

Aquí el vídeo oficial del día de las enfermedades raras de este año. Homenaje a los pacientes, los auténticos protagonistas, y también a las personas que trabajan en este campo concienzudamente y de corazón.

Vivir sin miedo

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Deseos de transformación hacia un mundo mejor, vivir sin miedo, tener el valor de expresar nuestras opiniones y actuar en consecuencia, reconducir las ansias de poder que oprimen a individuos y a grandes grupos, activar a los pasivos, educar en la igualdad, en el entusiasmo, en la compasión, en las emociones, en la creatividad y el verdadero desarrollo humano, luchar como si la transformación fuera posible.

¡Feliz año nuevo!

Música para vivir

music and the brain

Nos activamos por la música. Rampas y pequeñas descargas nerviosas. Una emoción intensa. Me reconozco en esas sensaciones. Los días en casa. Mi padre se aislaba en su sofá. Los cascos amoldados a las orejas, y cantaba, cantaba, la música te transporta, decía. Era inmensamente feliz. Éramos inmensamente felices. Cada viernes compraba un single en la tienda de discos. El último que estaba de moda. En mi cabeza fui haciendo una pequeña colección memorística de las cubiertas en blanco y negro o en colores mate. Conocía cantantes, conjuntos pop con pantalones de campana. Sentados en nuestra pequeña salita, la salita de un piso del suburbio barcelonés de apenas sesenta metros cuadrados, nos movíamos al ritmo de la música a la vez que sonreíamos y hacíamos un aperitivo de olivas y patatas chips, miraba a mi padre, con su mirada franca y esos ojazos de hombre bueno. Las canciones que más le gustaban las ponía una y otra vez. Como “The year of the cat” o “Eye in the sky”. A mí me gustaba volver a oírlas, anticipar los altos y bajos de la melodía, el piano, la guitarra, cerrar los ojos y soñar , saber que mi padre y toda la estampa de mi familia en nuestra pequeña casa estaría siempre conmigo. Inmutable a pesar del tiempo. Nuestra pequeña caverna llena de sentimientos como fuentes, sonidos preciosos para no perderme en esta inmensa montaña.

-AGC-

Cobardes


cobarde

Fuente de la ilustración

Aparecen sigilosos a ladrar al amo, a lamerlo. Despedazan cristales y hojas de jardín con susurros sobre ellos y ellas. Siembran paraguas en el huerto. No sea que llueva y les coja frío en los tobillos. Desmontan las plumas delicadas de la colección del señor Dreifuss, eminente ornitólogo. Sin que él lo sepa. Las necesitan para tejer una sábana ligera con la que apenas taparse en las noches de verano. Si son descubiertos lloran, gritos de pobre alma mía, lágrimas y ronroneos. En cambio ocultan su cara blanda, de pastel poco cocido, bajo los paraguas sembrados. Evitan mirar al señor Dreifuss, a ellos y a ellas. Excavan refugios junto a los topos. Luego sonríen, ya curados de humedad y cieno. Reptiles de un zoo antiguo. Siguen buscando zapatos para disimular que no tienen pies. A cambio poseen nidos de insectos bajo la lengua. Por qué tantos entre los poderosos. Por qué aún más entre los serviles.

-AGC-

Ser humano

are we humanImagen original extraída de: http://panicxx-panicxx.blogspot.com.es/

 

Para ser humano no hacen falta las piernas, ni el tabique nasal, ni las orejas. Tampoco un saludo qué tal, ni una casa a tres vientos con chimenea. Ser humano es un proceso, una difícil evolución, una pantalla de tonalidades. Los hay muy humanos. O poco humanos.

Primero es un ovillo enredado y mirar hacia adentro. Un renacuajo plegado en unas piernas encarnadas.

Desplegar. Abrir los ojos. Reconocer la vulnerabilidad del algodón mojado. Caminar y caer en la experiencia del suelo en la cara. Confundir mente y mariposa. Saber que ya no soy, que eres fuera, en otra piel.

Conversión en pomada y gota de agua.

A veces, entonces, por momentos, somos humanos.

-AGC-

 

Pobreza y cerebro infantil

La pobreza hiere y margina. Disminuye la esperanza de vida de manera notable incluso cuando sucede en países industrializados. En Barcelona, el promedio de vida de un habitante de Nou Barris es diez años inferior al de alguien que viva en Sarrià. Estos dos barrios están separados por pocos kilómetros de distancia física, en cambio existen diferencias importantes en el nivel socioeconómico de las familias que habitan uno y otro lugar.

La pobreza es aún más inhumana cuando afecta a la población infantil. En un país como los Estados Unidos hay 15 millones de niños pobres, lo que corresponde al 20% de la población infantil americana. En el resto de los países industrializados hay otros 15 millones en total con distribución que varía según la zona. Islandia posee un 4,5% de pobreza infantil mientras que Rumanía o España tienen cifras cercanas al 25%.

Estos datos son escalofriantes. No obstante parece que ya estemos acostumbrados o que no nos afecte demasiado puesto que todo sigue igual.

Igualmente escalofriante es un reciente estudio que muestra como los niños en situación de pobreza experimentan un menor desarrollo en el volumen de sustancia gris de sus cerebros. La sustancia gris corresponde al conjunto de cuerpos neuronales con sus dendritas, las cuales se utilizan como antenas comunicativas, transmisoras de comunicación y aprendizaje. La sustancia gris (o materia gris) es el sustrato del pensamiento y la conducta.

SG y SB

El estudio realizado por Hanson y colaboradores, selecciona niños del área metropolitana de Boston y Saint Louis, en los Estados Unidos. Entre ellos hay un grupo de niños pobres, otro grupo de niños cuyas familias tienen un estatus económico considerado como medio, y otro que pertenece a un estatus alto.

En estos tres grupos analizan cómo se produce el crecimiento de la sustancia gris y la sustancia blanca en los diferentes lóbulos cerebrales (frontal, parietal, temporal, occipital) desde los 5 meses a los 4 años de vida. Lo hacen mediante estudios seriados de pruebas de neuroimagen. Observan que los tres grupos tienen volúmenes semejantes de sustancia gris al inicio, con pocos meses, pero a medida que van creciendo los niños pobres experimentan un desarrollo sensiblemente inferior a los otros dos grupos. Estas diferencias se producen específicamente en el lóbulo frontal y parietal.

 SG parietal

SG frontal

Modificado de Hanson y col. High, Mid, Low SES hace referencia a los niveles socioeconómicos alto, medio y bajo respectivamente

Esta disminución de volumen no sólo implica menor número de neuronas y de conexiones entre ellas. La localización específica en el lóbulo frontal supone un gran riesgo de desarrollar trastornos de aprendizaje y problemas de conducta (hiperactividad, agresividad), que generalmente persisten durante la edad adulta.

El artículo me parece de gran relevancia científica y social, pero sobre todo me ha hecho sentir profundamente triste. ¿Podremos algún día superar estas tremendas desigualdades?

Nuevo año, nuevas esperanzas

Cuando algo nace sentimos la necesidad de albergar esperanzas en lo nuevo, en otras oportunidades para mejorar. Los deseos tendrían que acompañarse de una gran motivación y energía, un trabajo constante para no dejar de pensar que todo es posible. Luchar como si realmente pudiéramos alcanzarlos. Aprovechar nuestras dudas y errores para seguir avanzando hacia un desarrollo humano plagado de imaginación, sensibilidad y solidaridad.

Felicidad, sabiduría y evolución para el próximo año y todos los demás que han de venir.

Y aquí un vídeo precioso que me envió mi buena amiga Mar