creatividad

El cerebro del escritor (10): creatividad y alta sensibilidad

«The truly creative mind in any field is no more than this: A human creature born abnormally, inhumanly sensitive. To him… a touch is a blow, a sound is a noise, a misfortune is a tragedy, a joy is an ecstasy, a friend is a lover, a lover is a god, and failure is death. Add to this cruelly delicate organism the overpowering necessity to create, create, and create— so that without the creating of music or poetry or books or buildings or something of meaning, his very breath is cut off from him. He must create, must pour out creation. By some strange, unknown, inward urgency he is not really alive unless he is creating».

– Pearl S. Buck

Pearl S Buck

¿Podemos relacionar la alta sensibilidad y la necesidad de crear, con fenómenos biológicos en nuestro cerebro?

Existen estudios que explican que la sensibilidad estética está relacionada fundamentalmente con la dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que se produce en unas neuronas situadas en el tronco del cerebro, concretamente en el mesencéfalo y en una estructura denominada sustancia negra («substantia nigra» en la figura). Desde esas neuronas, los axones actúan como «cables» transportadores de dopamina hacia diferentes áreas del cerebro (las líneas rojas y verdes corresponden a los circuitos de la dopamina en la figura). La dopamina está implicada en el movimiento, -de hecho su déficit se relaciona con la enfermedad de Parkinson, en la cual los pacientes tienen dificultades para moverse  y realizan sus actividades con mayor lentitud-, pero también está relacionada con la motivación y la recompensa.

abpi

Source: ABPI-Image-Drug development Technology

La liberación de dopamina aumenta la necesidad de explorar y facilita las conductas, emociones y procesos cognitivos necesarios en el proceso creativo. En realidad permite a la persona creativa percibir posibilidades que otros ignorarían automáticamente. Existen diferentes maneras de estudiar cómo varía esta función dopaminérgica en los individuos. Por ejemplo, se han descrito variantes individuales (específicas de cada persona o familia) en el gen que transporta la dopamina a las neuronas, (DAT) o bien en receptores donde la dopamina actúa (como el receptor D2), que pueden contribuir a que una persona sea más o menos creativa. También se ha relacionado con el volumen de determinadas estructuras cerebrales como el tálamo (thalamus en la figura).

¿Pero qué sabemos en realidad sobre las bases biológicas de la creatividad? Más bien poco. Es probablemente una aproximación demasiado simplista dejarlo todo en manos de la dopamina. Aunque con seguridad contribuye, hay muchos elementos que aún desconocemos. La esencia del misterio de la creatividad equivale a lo intrigante de la personalidad y a la mirada que cada uno posee como un precioso secreto.

 

 

Ramón y Cajal: sólida formación y mezcla de talentos

Lo que suele distinguir a los grandes es la mezcla de diferentes talentos y una fuerte vocación hacia crear y descubrir. Un afortunado equilibrio entre un intenso trabajo de introspección y la manera más eficaz de comunicarlo al exterior.

Santiago Ramon y Cajal

Santiago Ramón y Cajal es un ejemplo de formación integral y creatividad. Su máximo descubrimiento, merecedor del premio Nóbel de medicina en 1906, fue la aportación de la teoría neuronal, la cual introdujo por primera vez la idea de que existían células individuales en el cerebro (anteriormente predominaba la noción de que el tejido cerebral era una especia de magma o sopa compacta), y de que estas neuronas eran las unidades funcionales que mediante complejos procesos de comunicación, determinaban diferentes funciones del sistema nervioso, el pensamiento, la inteligencia, el movimiento.

neurona de Cajal

Neurona dibujada por Cajal

Cajal era además un apasionado dibujante, escritor de ficción y gran deportista. Frecuentaba diferentes tertulias de intelectuales, como la del Café del Prado, que era una tertulia de poetas a la que también solía asistir el cineasta Luís Buñuel. Allí entablaban conversaciones errabundas que mezclaban las últimas lecturas sobre literatura con los más recientes acontecimientos políticos y científicos.

Cajal decía que es bueno conocer el nombre y las propiedades de todas las flores, pero que es aún mejor crear una nueva flor. Él creó un increíble paisaje neuronal que reflejó en múltiples dibujos. Un bosque encantado que actualmente intentan descifrar miles de profesionales de la medicina y la neurociencia en el mundo.

Dibujos de Cajal

Diferentes dibujos del tejido nervioso elaborados por Cajal

A pesar de que Cajal reunía unas condiciones innatas excepcionales, y básicamente era una flor rara (considerando aquí lo raro como positivo, excepcional y brillante), una formación sólida basada en la mezcla de diferentes disciplinas, puede estimular y desarrollar el talento en todos nosotros.

arbol de CajalImagen de Google el 1 de mayo de 2012, aniversario del nacimiento de Cajal

Es triste ver qué poco se dejan ver estos rasgos en nuestros políticos o personas relevantes en diferentes ámbitos de la sociedad. Es más, ¡qué pobreza humana muestran muchos de ellos! Vivimos en un mundo al revés. A menudo personas de gran talento y capacidad permanecen en el terreno de lo invisible, anónimas y abandonadas en pequeños reductos o financiadas con becas pobrísimas. En fin, inadvertidos.

Para saber más sobre la figura de Ramón y Cajal, os recomiendo este bonito post de la doctora Maria José Mas Mas (http://neuropediatra.org/2013/05/01/ramon-y-cajal/) en su blog neuronas en crecimiento (http://neuropediatra.org/)