Mes: enero 2014

Pobreza y cerebro infantil

La pobreza hiere y margina. Disminuye la esperanza de vida de manera notable incluso cuando sucede en países industrializados. En Barcelona, el promedio de vida de un habitante de Nou Barris es diez años inferior al de alguien que viva en Sarrià. Estos dos barrios están separados por pocos kilómetros de distancia física, en cambio existen diferencias importantes en el nivel socioeconómico de las familias que habitan uno y otro lugar.

La pobreza es aún más inhumana cuando afecta a la población infantil. En un país como los Estados Unidos hay 15 millones de niños pobres, lo que corresponde al 20% de la población infantil americana. En el resto de los países industrializados hay otros 15 millones en total con distribución que varía según la zona. Islandia posee un 4,5% de pobreza infantil mientras que Rumanía o España tienen cifras cercanas al 25%.

Estos datos son escalofriantes. No obstante parece que ya estemos acostumbrados o que no nos afecte demasiado puesto que todo sigue igual.

Igualmente escalofriante es un reciente estudio que muestra como los niños en situación de pobreza experimentan un menor desarrollo en el volumen de sustancia gris de sus cerebros. La sustancia gris corresponde al conjunto de cuerpos neuronales con sus dendritas, las cuales se utilizan como antenas comunicativas, transmisoras de comunicación y aprendizaje. La sustancia gris (o materia gris) es el sustrato del pensamiento y la conducta.

SG y SB

El estudio realizado por Hanson y colaboradores, selecciona niños del área metropolitana de Boston y Saint Louis, en los Estados Unidos. Entre ellos hay un grupo de niños pobres, otro grupo de niños cuyas familias tienen un estatus económico considerado como medio, y otro que pertenece a un estatus alto.

En estos tres grupos analizan cómo se produce el crecimiento de la sustancia gris y la sustancia blanca en los diferentes lóbulos cerebrales (frontal, parietal, temporal, occipital) desde los 5 meses a los 4 años de vida. Lo hacen mediante estudios seriados de pruebas de neuroimagen. Observan que los tres grupos tienen volúmenes semejantes de sustancia gris al inicio, con pocos meses, pero a medida que van creciendo los niños pobres experimentan un desarrollo sensiblemente inferior a los otros dos grupos. Estas diferencias se producen específicamente en el lóbulo frontal y parietal.

 SG parietal

SG frontal

Modificado de Hanson y col. High, Mid, Low SES hace referencia a los niveles socioeconómicos alto, medio y bajo respectivamente

Esta disminución de volumen no sólo implica menor número de neuronas y de conexiones entre ellas. La localización específica en el lóbulo frontal supone un gran riesgo de desarrollar trastornos de aprendizaje y problemas de conducta (hiperactividad, agresividad), que generalmente persisten durante la edad adulta.

El artículo me parece de gran relevancia científica y social, pero sobre todo me ha hecho sentir profundamente triste. ¿Podremos algún día superar estas tremendas desigualdades?